El amplio mercado de la formación bonificada

Si tienes una academia de formación, una cooperativa de profesores o eres un profesor autónomo, quizás deberías plantearte entrar en el mercado de la formación bonificada para empresas. Además de ser un mercado bien pagado, una de las ventajas es que se ofrece un producto gratuito para las empresas y sus trabajadores, ya que se bonifican su coste a través de Fundae.

Dar formación a empresas significa acceder a un mercado potencialmente muy amplio, como podemos comprobar con los datos publicados por Fundae que detallamos a continuación.

Según el informe del año 2016 (aún no se ha publicado el de 2017), un total de 1.617.877 empresas tenían derecho a formación bonificada para sus trabajadores. Sin embargo, fueron 367.770 las empresas que programaron formación para sus empleados, mientras que el resto no aprovechó las bonificaciones a las que tenían derecho, probablemente por desconocimiento de su existencia o desconocimiento del procedimiento para acceder a los cursos bonificados con Fundae.

El número de trabajadores beneficiarios potenciales ascendió a 12.192.748 en el año 2016, aunque finalmente fueron 2.535.038 los trabajadores que recibieron formación bonificada. No obstante, casi la mitad de ellos (un 48%) participaron en más de una acción formativa a lo largo del año, por lo que el total de participaciones en formación bonificada asciende a 3.766.997.

En cuanto a la vía para gestionar la formación, 8.994 empresas optaron por organizarla por sí mismas, mientras que 343.353 empresas, la gran mayoría, decidieron delegar a una entidad externa (aquí es donde entramos nosotros, FUNDOCU). Por otra parte, 15.423 empresas utilizaron ambas opciones.

En FUNDOCU, como empresa organizadora, estamos cualificados para tramitar las gestiones de la formación bonificada con Fundae, funciones que llevamos realizando durante más de 10 años. Son tareas complejas y sin margen de error, por lo que muchas veces es necesario delegar en una entidad externa como nosotros, ya sea por obligación (impedimentos normativos) o por la seguridad de dejar todo en manos de profesionales de la materia, ahorrando así un tiempo y un esfuerzo que pueden llegar a ser muy elevados en la realización de estas gestiones.

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